Esta maña de lunes habíamos quedado en Los Leones sin rumbo decidido. Alguien ha sugerido la Sierra de Salinas y hacia allí nos hemos encaminado. Pero, andados un par de kilómetros, y viendo que íbamos demasiado cómodos, hemos decidido cambiar de rumbo, temerosos de encontrar a la vuelta y de cara el viento que plácidamente nos empujaba hacia la Sierra de Salinas.
De modo que cara al aire y cuesta arriba, como manda la ley del ciclista, nos hemos dirigido a Tobarrillas por el camino de los Aragoneses .
Recorrido: Camino de los Aragoneses, Fuente del Pinar, Rincones de la Fuente del Pinar, Loma de los Caballos, Camino de Jódar, Los Tres Pinos, El Boticario, Rambla de Tobarrillas, Tobarrilla la Baja, Senda a los Molinos, Casa de Tobarrillas, Los Derramadores y vuelta a Yecla por la vía de servicio.
El terreno es muy variado, cómodo y entretenido. Salvo los tramos en enlace, casi todo discurre por caminos semi-abandonados, con alguna orilla de bancal y tramos puntuales de sendas sin ninguna dificultad técnica, aunque todo es opinable. Destacan el recorrido por el interior de la Rambla de Tobarrillas que es una verdadera delicia y la senda de subida a los Molinos, que requiere fuerza, pero poniendo ganas se sube.
Volviendo a las buenas costumbres, la ruta ha incluido un par de emboscadas de las serias (como que dos veces hemos vuelto sobre nuestros pasos) y un par de cervezas y la correspondiente charra que han sido la guinda de una magnífica mañana de bicicleta.
Gracias a Diego por su track y a Óscar por sus fotos.
De modo que cara al aire y cuesta arriba, como manda la ley del ciclista, nos hemos dirigido a Tobarrillas por el camino de los Aragoneses .
Recorrido: Camino de los Aragoneses, Fuente del Pinar, Rincones de la Fuente del Pinar, Loma de los Caballos, Camino de Jódar, Los Tres Pinos, El Boticario, Rambla de Tobarrillas, Tobarrilla la Baja, Senda a los Molinos, Casa de Tobarrillas, Los Derramadores y vuelta a Yecla por la vía de servicio.
El terreno es muy variado, cómodo y entretenido. Salvo los tramos en enlace, casi todo discurre por caminos semi-abandonados, con alguna orilla de bancal y tramos puntuales de sendas sin ninguna dificultad técnica, aunque todo es opinable. Destacan el recorrido por el interior de la Rambla de Tobarrillas que es una verdadera delicia y la senda de subida a los Molinos, que requiere fuerza, pero poniendo ganas se sube.
Volviendo a las buenas costumbres, la ruta ha incluido un par de emboscadas de las serias (como que dos veces hemos vuelto sobre nuestros pasos) y un par de cervezas y la correspondiente charra que han sido la guinda de una magnífica mañana de bicicleta.
Gracias a Diego por su track y a Óscar por sus fotos.